Morito, el gato de Cristina, hace varios días que falta de la casa. Han preguntado a los vecinos y le han buscado por las calles, pero nadie le ha visto. Cristina ha tenido una idea. Ha hecho un cartel con un dibujo del gato y debajo, con letras muy grandes, ha escrito: "SE BUSCA". Ha puesto su número de teléfono y ha encargado en la tienda 50 fotocopias para pegar, con ayuda de sus amigos, por todo el barrio.
Después se ha ido a casa, a esperaar junto al teléfono. Al cabo de media hora, una señora ha llamado y le ha dicho:
-¡Soy la vecina de enfrente! ¡Creo que el gato que buscas está esperando junto al portal!
-¡Bravo! ¡Qué bien!- Cristina le ha dado las gracias, bajando las escaleras de tres en tres. Al llegar al portal, ha visto con sorpresa que no uno, sino seis gatos iguales la miraban. Todos eran exactamente iguales que su gato.
-¡Morito1 ¡Morito!- decía Cristina-¿Quién de vosotros es Morito?
Los seis gatos, como respuesta, se han acercado a Cristina maullando, mientras se frotaban mimosamente con sus piernas. Entre todos ellos, Cristina ha reconocido a Morito. Pero no ha sabido qué hacer con los otros cinco gatos.
-¡Bueno!- ha decidido por fin- ¡Ahora tengo seis Moritos! ¡Venga! ¿Subimos a casa?
Y Cristina ha subido las escaleras seguida por los seis gatos.