Almacenar alimentos no es tan extraño en el mundo animal. Las ardillas, por ejemplo, son previsoras ocultando en una serie de escondrijos nueces, avellanas y semillas. Después, olvidan con frecuencia dónde se encuentra esa especie de despensa y así sucede que los frutos enterrados germinan y desarrollan árboles.
Especialmente cruel es la forma en que los alcaudones conservan sus presas. Este pájaro clava los ratones muertos y los insectos en los espinos de los arbustos y así puede alimentar a sus hijos tener que ir de caza. También el topo se prepara cámaras de carne bajo tierra. Les corta la cabeza a las lombrices de tierra y arrastra la paralizada lombriz hasta su cueva. En tiempos de escasez, el topo se abastece de sus provisiones. Se han encontrado cámaras de topos donde había hasta mil lombrices decapitadas.
Texto copiado del libro: 1000 preguntas y respuestas. Nikolaus Lenz.
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