Aparte de libros de texto, material escolar, la previsión de ropa y calzado de los niños para el invierno, las familias no deben olvidar tener en la despensa otro producto esencial en la vuelta al cole: champús y lociones para combatir los
piojos y sus liendres. Estos incómodos y molestos insectos son habituales y normales en los colegios y nadie debe sentirse avergonzado porque su hijo se contagie, pues tener piojos no es sinónimo de suciedad o dejadez, como muchos aún piensan.
«El nivel de limpieza de la cabeza no es determinante y los piojos no tienen predilección por ningún tipo de pelo, aunque sí es cierto que un niño con el pelo largo tiene más posibilidades de infectase que un niño con el pelo corto», explica Lluïsa Torquemada, directora de marketing de Neositrín (Sanofi). «Sin embargo, el pelo corto tampoco es ninguna garantía, puesto que los piojos son capaces de vivir en tan solo un centímetro de cabello», añade.
Esta especialista y el laboratorio Sanofi ofrece una serie de consejos a tener en cuenta para combatir estos incómodos animalitos.
1. Siempre tener en la despensa
champús y lociones para combatir los piojos.
2.
Los piojos no saltan ni vuelan, se trasmiten por el contacto entre las cabezas de los niños. Además, también se contagian por el uso de cepillos, gorros, bufandas o almohadas, por lo que es recomendable evitar que los niños compartan estas prendas, tanto entre ellos, como con el resto de la familia.
3. Conviene
chequear una vez por semana a todos los miembros de la familia ya que cualquiera de ellos puede contagiarse, aunque la infestación es más común entre niños, y especialmente entre las niñas por los tipos de juego que comparten, teniendo más contacto entre sus cabezas.
4. Es fundamental ser capaz de
reconocer estos molestos insectos: Los piojos son de color grisáceo, pero se vuelven de color encarnado o marrón cuando se han alimentado de sangre. Las liendres o huevos son de color blanquecino cuando están vacías y pueden llegar a confundirse con caspa, la diferencia es que la caspa se desprende fácilmente de la cabeza mientras que las liendres están pegadas, por lo que hay que desengancharlas a conciencia. Las liendres que aún protegen a los piojos embriones tienen un color marrón y también están muy enganchadas al pelo. Los piojos jóvenes tienen un tamaño similar a un punto y los adultos, a una semilla de sésamo. Las hembras pueden llegar a sobrevivir hasta un mes y depositan diez huevos al día que tardan siete días en incubar. Los piojos no tienen alas, por lo que no vuelan, pero sí tienen seis largas patas para trepar por el pelo y llegar hasta cerca del cuero cabelludo, que es donde viven. Solo viven en humanos y se alimentan de sangre.
5. Cuando se detecta un brote de
piojos en un colegio, los responsables del centro tienen que enviar una notificación a los padres para que revisen la cabeza de los niños y les apliquen el tratamiento correspondiente.
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