Está claro que para nadie es plato de buen gusto perder en algo en lo que te has esforzado. Para los niños todavía es más dificil digerir una derrota por lo que es muy importante inculcarles el valor del esfuerzo y la participación desde pequeños.
Algunos consejos para conseguir las correctas reacciones ante las victorias y las derrotas serían:
Predicar con el ejemplo.
No se puede decir que lo importante es participar y luego que el niño vea que el adulto se enfada cuando pierde en algo.
Darle ejemplo también con las reacciones tras perder o ganar. “He ganado, pero no ha sido fácil” o “Felicidades, has ganado”.
Cuando tenga reacciones desproporcionadas como puede ser el golpeo del material de juego deberíamos apartarlo y dejar de jugar.
No dejarle ganar siempre cuando juguemos en casa.
Hacerle ver que con sus malas reacciones lo único que conseguirá es quedarse sin amigos.
Tanto padres como hijos deben hacer autocrítica para saber cómo mejorar.
Enseñarle a jugar limpio.
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