Si bien todas sabemos lo malo que es pegarles a nuestros hijos recientemente se ha realizado un estudio en el que se demuestra científicamente que los niños pueden llegar a tener problemas a largo plazo, casando una notable disminución en su coeficiente intelectual.
Los golpes reducirían la materia gris en regiones relacionadas con la inteligencia, además de generar niños más propensos a la depresión y abusos de sustancias nocivas.
La investigación se realizó en Canadá y tiene el objetivo de darle un apoyo médico a un tema que siempre fue debatido en el ámbito ético. Es cierto que en la actualidad los azotes y los cachetes ya no son tan frecuentes como en otras épocas muchos aseguran que esta es una forma de brindarles límites y disciplinas a los niños y que limitarlos es una forma de impedir los derechos de los padres.
Desde el Hospital de Niños de Ontario Oriental (Ottawa, Canadá), los científicos Durant y Ron Ensom aseguraron que castigar a los niños físicamente puede volverlos más agresivos y con conductas antisociales, además de causarles serios problemas cognitivos y problemas en el desarrollo.
Los niños que sufren golpes tienen posibilidades de contar con una disminución en la materia gris del cerebro en áreas que se vinculan con la inteligencia. En la actualidad golpear a los niños está totalmente prohibido en 32 países pero en muchas partes sigue viéndose como una práctica normal y cotidiana. Los científicos involucrados en el estudio tienen la esperanza de que el problema empiece a verse desde una perspectiva médica, con las consecuencias que esto trae.
Los golpes reducirían la materia gris en regiones relacionadas con la inteligencia, además de generar niños más propensos a la depresión y abusos de sustancias nocivas.
La investigación se realizó en Canadá y tiene el objetivo de darle un apoyo médico a un tema que siempre fue debatido en el ámbito ético. Es cierto que en la actualidad los azotes y los cachetes ya no son tan frecuentes como en otras épocas muchos aseguran que esta es una forma de brindarles límites y disciplinas a los niños y que limitarlos es una forma de impedir los derechos de los padres.
Desde el Hospital de Niños de Ontario Oriental (Ottawa, Canadá), los científicos Durant y Ron Ensom aseguraron que castigar a los niños físicamente puede volverlos más agresivos y con conductas antisociales, además de causarles serios problemas cognitivos y problemas en el desarrollo.
Los niños que sufren golpes tienen posibilidades de contar con una disminución en la materia gris del cerebro en áreas que se vinculan con la inteligencia. En la actualidad golpear a los niños está totalmente prohibido en 32 países pero en muchas partes sigue viéndose como una práctica normal y cotidiana. Los científicos involucrados en el estudio tienen la esperanza de que el problema empiece a verse desde una perspectiva médica, con las consecuencias que esto trae.
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