EL MAR EN LA BAÑERA

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Todo está listo, la bañera llena de agua casi hasta arriba y flotando varios barquitos de pastel, cada uno de un color. Ana y su hermano Luis se preparan para la gran carrera de barcos a base de soplidos.
Los muñecos de goma de Ana se mecen en la superficie y luis, para teñir el agua de azul, ha disuelto un poco de añil. ¡Está bonita la bañera! ¡Parece un mar en pequeño!.
Pero la carrera no empieza nunca. Ana y Luis van y vienen, buscando más y más cosas para meter en la bañera. Han puesto patatas de varios tamaños para que parezcan piedras; dos macetas con plantas verdes, que pueden ser algas; las caracolas y conchas que colecciona Ana; Luis ha ido a la nevera y ha cogido varias sardinas. 
-¡Son para la cena! - dice Ana.
-¡No te preocupes!  - le tranquiliza Luis -, cuando terminemos las volveré a meter en la nevera.
-¡Pues podías traer la sopa de fideos que ha hecho mamá! ¡Serán gusanitos de agua!
-¡Vale! ¡Voy a por ella! - responde Luis dando brincos por el pasillo.
Han pasado dos horas, El papá de Ana y Luis entra en el cuarto de baño. Pasan unos minutos, y salen los tres en silencio. Entre otras cosas han tomado dos decisiones importantes: que la familia tiene que cenar fuera esa noche, y que la bañera , no un mar.

Texto extraido del libro: Cuentos en 1 minuto - Susaeta