Gracias a los sentidos, nos damos cuenta de todo lo que ocurre a nuestro alrededor.
Los ojos, las orejas, la piel, la nariz y la lengua son los órganos sensoriales. Estos recogen información del entorno, que al llegar al cerebro, se convierte en imágenes, sonidos, olores, gustos y sensaciones táctiles.
¿Cómo vemos?
La luz entra en el ojo a través de la pupila (el puntito negro de la mitad) y se convierte en señales nerviosas que llegan al cerebro. Allí, éste transforma dichas señales en imágenes.
¿Cómo oímos?
El pabellón de la oreja recoge los sonidos y los conduce al tímpano. Los pelillos del oído interno, que están unidos a los nervios, se mueven por las vibraciones que produce el sonido y la información llaga así al cerebro.
¿Cómo degustamos?
Las papilas gustativas de la lengua nos dicen si algo es amargo, salado, dulce o ácido.
¿Cómo oímos?
Las células nerviosas de la nariz nos permiten reconocer los olores.
El sentido del
tacto de debe a las terminaciones nerviosas que recorren la piel.
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